Rocío de Dios,
lluvia celeste,
seres de luz,
silente presencia,
abrazo del cielo
las estrellas.
Bosque solemne,
árboles unísonos,
admiran visitantes
nocturnas esferas,
viajeros universales,
nuestros besos.
Un sendero
abre dos montes,
finaliza la noche,
la mañana se humedece;
se tocan, se aman,
tu luna y mi sol.
domingo, 21 de marzo de 2010
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