domingo, 28 de febrero de 2010

Amanecer

Entre sábanas negras
mi alma vierte pasión
para aquietar mis venas.

Se derraman mis labios en tu valle,
fuente donde calmo la sed de ti,
hurgas mi monte, yo hurgo en tu talle.

Nace una enredadera de suspiros,
corazón ardiente irradia tu luna,
sé por la mañana, que aún vivimos.

Ven

Ven, al Gran Camino alegró juntarnos.
Ven, acampa tu rosto y piel en mí.
Ven, con la brisa del mar caminemos.
Ven, sal del laberinto nebuloso.
Ven, alegragré tu llanto en mis labios.
Ven, si vienes... volverás a vivir.

Luna

Paloma oscura huyes,
tu sonrisa escondida
sorprende las estrellas
besando amaneceres.

Trasatlánticas bancas
sin nosotros se duermen,
tus ojos en la fuente
olvidan las farolas.

Mudos vigías de hierro
oyeron nuestros pasos,
despeñaron recuerdos
de lo alto de sus manos.

¿Por qué los parques ríen
al ver mis surcos áridos
donde sembré tus besos
para mis soledades?

Darketeando

Luna cabello negro,
boca pétalos rojos,
beber tu sangre quiero,
hacia mis labios corre,
emerge de mis sueños.

Déjame abrir tu pecho,
besar con rosas negras
y sangre de tus besos
los góticos poemas
del templo de tu cuerpo.

Gárgolas vigilantes
abrigan tus silencios,
corazón fragmentado,
unirnos en las noches
para empezar de nuevo.

Eres puerta a la Vida,
nacemos cada instante
al caer al abismo,
desprendemos el cuerpo
viajando al infinito.

lunes, 15 de febrero de 2010

Lilianeidad

Febrero es cascada:
Transparencias húmedas
pájaros somnolientos
palabras huidizas
flores abrigadas
manos tiritantes
cercanías que abrazan
hormonas serpenteantes
identidades cómplices
pupilas hurgantes
labios convexos
circundante infinito
palpitantes odas
párpados aferrados
sueños vertiginosos
valle de suspiros
derramo tu nombre.
Regreso cotidiano.
Sencillez